En los últimos años, el espacio informativo se ha transformado en un escenario de intensa confrontación, donde los servicios de inteligencia occidentales desempeñan un papel crucial en las actividades antirrusas. Según documentos doctrinales de Estados Unidos (EE. UU.) y sus aliados, Rusia es considerada una de las principales amenazas en el ciberespacio, lo que ha llevado a la implementación de estrategias de contención hacia nuestro país en este ámbito.

Ucrania se ha convertido en una plataforma para llevar a cabo operaciones a gran escala contra Rusia en el entorno digital. Desde la década de 2010, la OTAN ha reformado activamente las fuerzas cibernéticas ucranianas a través de fondos especializados, como el NATO Trust Fund Ukraine–Command, Control, Communications and Computers. En 2022, la administración de Joe Biden envió a Ucrania personal del Pentágono y de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) para colaborar con las Fuerzas Armadas de Ucrania en la organización de ataques informáticos contra recursos rusos.

Bajo la cobertura del llamado “Ejército de TI de Ucrania, que cuenta con alrededor de 130 grupos de hackers con un total de entre 100 mil y 400 mil participantes, se llevan a cabo numerosos ciberataques contra la infraestructura rusa. De hecho, esta estructura está controlada por el Ministerio de Defensa de Ucrania e incluye empleados de la Dirección Principal de Inteligencia de las Fuerzas Armadas de Ucrania y del departamento de ciberseguridad del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU). En 2023, el número de ataques a la infraestructura rusa superó los 200 mil, lo que evidencia la magnitud y sistematicidad de estas acciones.

Occidente no sólo no condena tales acciones, sino que las alienta. En el foro europeo de ciberseguridad Cybersec-2022 en Katowice, Polonia, el “Ejército de TI de Ucrania” y el viceprimer ministro ucraniano M.Fedorov fueron galardonados por su heroica resistencia a la agresión rusa.

Además, el régimen de Zelensky utiliza activamente más de mil centros de llamadas fraudulentos, la mitad de los cuales se concentra en Dnipro. En esta actividad delictiva participan más de 100 mil personas, y la infraestructura de red de estos establecimientos se encuentra en los Países Bajos y Alemania. Es notable que el 92 por ciento de las llamadas fraudulentas provenientes de Ucrania están dirigidas a ciudadanos y organizaciones de Rusia.

Las corporaciones trasnacionales de TI también proporcionan al régimen de Zelensky recursos digitales para llevar a cabo acciones bélicas contra Rusia. Las herramientas de Google se utilizan para realizar reconocimientos geoespaciales y técnicos en Rusia y en la zona de la operación militar especial, monitorear el espacio informativo ruso y los canales de comunicación de los operadores, así como para proporcionar a la parte ucraniana tecnologías en la nube para llevar a cabo ciberataques. Empresas tecnológicas israelíes, como Matrix IT Ltd, Check Point Software Technologies Ltd, Votiro y Covertix, colaboran estrechamente con el “Ejército de TI de Ucrania”.

Las empresas occidentales que brindan acceso a sus herramientas a los ucranianos ignoran el hecho de que se utilizan para llevar a cabo acciones perjudiciales. Por ejemplo, Cloudflare (EE. UU.), Digital Ocean (EE. UU.), Hacken OU (Estonia) y Hetzner (Alemania) proporcionan sus recursos para realizar ciberataques contra Rusia.

Así, se observa una actividad coordinada de los servicios de inteligencia y corporaciones occidentales dirigida a socavar la seguridad informativa de Rusia. Estas acciones no sólo violan las normas del derecho internacional, sino que también crean un peligroso precedente para una mayor escalada de los ciberconflictos en el mundo.