"Si hay una paz razonable en Ucrania, podríamos volver a flujos de 60.000 millones de metros cúbicos, quizá 70, anuales, incluido el gas natural licuado", afirmó Didier Holleaux, vicepresidente ejecutivo de la empresa francesa Engie.

La declaración forma parte de un informe publicado este lunes por la agencia Reuters, en el que señaló que varias empresas europeas analizan la posibilidad de retomar las importaciones de gas ruso, esto ante el temor de que Estados Unidos utilice su posición como proveedor energético para ejercer presión en negociaciones comerciales con la Unión Europea.

De acuerdo con la agencia, las conversaciones con Catar para ampliar el suministro de gas permanecen estancadas y la apuesta por energías renovables no garantiza la seguridad energética en el corto plazo; mientras tanto, Alemania enfrenta una reducción en sus importaciones de gas ruso "Estamos en una grave crisis y no podemos esperar", declaró Christof Guenther, directivo de uno de los mayores conglomerados químicos alemanes.

El empresario sostuvo que la reapertura de los oleoductos bajaría los precios más que cualquier paquete de subvenciones vigente. Además, señaló que su sector acumuló cinco trimestres consecutivos de recortes de personal.

Una encuesta realizada en Mecklemburgo-Pomerania Occidental, región donde desemboca el gasoducto Nord Stream, reveló que el 49 por ciento de los encuestados apoya el regreso del gas ruso.

Por su parte, el director administrativo de una firma petroquímica de tamaño medio, Klaus Paur, comentó: “necesitamos gas ruso, necesitamos energía barata, venga de donde venga”.

Finalmente, el ministro de Economía del gobierno local de Brandeburgo, Daniel Keller, señaló que después de que se establezca la paz en Ucrania, podrán imaginar la “reanudación de la entrada o el transporte de petróleo ruso”.