Smartphones, computadoras portátiles, consolas de videojuegos, procesadores de alimentos, ventiladores eléctricos, microondas son sólo algunos de los productos chinos de los que más depende Estados Unidos (EE. UU.); sin embargo, sólo los dispositivos electrónicos quedaron exentos de los aranceles que el Gobierno de Washington mantiene en su disputa comercial con China.

A la lista de productos de los que más depende el gobierno norteamericano se suman las muñecas, triciclos, patinetes, juguetes con ruedas, equipos de aire acondicionado y el medicamento heparina, uno de los anticoagulantes más utilizados en Estados Unidos que se fabrica mayoritariamente en China. Un posible desabastecimiento generaría consecuencias para hospitales, clínicas y pacientes crónicos.

El anuncio del Ejecutivo estadounidense dejó fuera de los nuevos gravámenes a teléfonos inteligentes y laptops, en su mayoría fabricados en China, pero no alivió la carga sobre otros 46 artículos esenciales importados desde ese país, que representan más de mil millones de dólares anuales en comercio, según un análisis del Financial Times.

De acuerdo con analistas, el impacto de estas medidas afectará directamente a los consumidores, que enfrentarán subas de precios en decenas de productos de uso cotidiano.

El 75 por ciento de las consolas de videojuegos, ventiladores eléctricos y procesadores de alimentos que se vendieron el año pasado en EE. UU. provino de fábricas chinas. La situación no cambia con los juguetes: tres de cada cuatro triciclos, muñecas y patinetes importados llegaron desde el país asiático.

El Gobierno chino reiteró su rechazo a los aranceles recíprocos e instó a Washington a eliminar estas prácticas.