Ante la entrada en vigor de los aranceles del 25 por ciento a la importación de vehículos no fabricados en Estados Unidos (EE. UU.), impuestos por el presidente Donald Trump, Stellantis, empresa propietaria de Chrysler, Jeep y Dodge, anunció la suspensión de operaciones en varias de sus plantas en México y Canadá, lo cual impactará a más de siete mil 800 trabajadores.
La planta de Toluca, Estado de México, detendrá su producción durante todo el mes de abril, lo que afectará la fabricación de unidades como la del Jeep Compass y Jeep Wagoneer S, destinados principalmente al mercado estadounidense; cabe destacar que esta planta emplea a unos dos mil 400 trabajadores, quienes, a pesar de la pausa, continuarán acudiendo y recibiendo su salario conforme a los términos de su contrato.
En Canadá, la planta de Windsor, en Ontario, que produce la Chrysler Pacifica y el Dodge Charger Daytona, suspenderá actividades por dos semanas a partir del 7 de abril, lo que impactará a cuatro mil 500 trabajadores.
Por su parte, en Estados Unidos, Stellantis confirmó el despido temporal de 900 empleados en cinco plantas de soporte: Warren Stamping y Sterling Stamping en Michigan, y tres plantas de transmisión y fundición en Kokomo, Indiana.
Por último, Stellantis informó que evalúa las consecuencias de estos aranceles y mantendrá conversaciones con la administración Trump para abordar los cambios en la política comercial.