El Volcán de Fuego, ubicado en la región suroeste de Guatemala, arrojó gases y cenizas al cielo la madrugada de este lunes 10 de marzo, las largas columnas de lava y rocas, obligó a más de 900 personas a desalojar sus viviendas.

Al respecto, Juan Laureno, vocero de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), informó que las actividades fueron suspendidas en la localidad El Porvenir, del municipio de Alotenango, y en comunidades cercanas como Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez, debido al riesgo que implica para la población.

El volcán estuvo 50 días inactivo y es considerado como uno de los más activos del mundo, según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh); por lo anterior, las autoridades cuentan con protocolos de actuación ante desastres que comprometen la integridad física y patrimonial de la comunidad.

Finalmente, la Conred informó que habilitaron albergues temporales para los evacuados, mientras trabajan en la vigilancia del descenso de gases, ceniza y rocas con altas temperaturas. También se toman precauciones para el tráfico aéreo debido a la elevación de las cenizas, que aún se desplazan a 50 kilómetros hacia el oeste del cono volcánico.

Cabe recordar que en 2018 este mismo volcán devastó la comunidad de San Miguel los Lotes en Escuintla, la erupción dejó un saldo de 215 muertos.