A partir de 2025, los 128 senadores recibirán 131 mil 700 pesos libres de impuestos, tras un aumento en su dieta de cuatro mil 990 pesos; el incremento coloca a la presente legislatura como una de las mejor remuneradas de los últimos sexenios.
El 28 de febrero pasado, el Diario Oficial de la Federación publicó el Manual de Remuneraciones de Senadores y Servidores Públicos de Mando y Homólogos, donde se establece que los legisladores aumentarán su dieta mensual, pasando de 126 mil 800 pesos a 131 mil 700 pesos.
Los primeros registros de aumento en los pagos a senadores datan de 2000, cuando recibían una dieta mensual neta de 47 mil 238.42 pesos; para 2009, esa cantidad aumentó a 126 mil 800 pesos.
Entre 2010 y 2020, la dieta sufrió una disminución, alcanzando 104 mil 800 pesos en 2020. A partir de ese año, los pagos comenzaron a subir, llegando ahora al máximo de 131 mil 700 pesos.
Desde enero de 2001 hasta 2006, durante las legislaturas LVIII y LIX, los senadores comenzaron con una dieta de 47 mil 238.42 pesos netos y terminaron con 124 mil 180 pesos.
En 2019, la dieta de los senadores se redujo a 105 mil pesos, y a 104 mil 800 pesos en 2020, lo que representó una disminución de 13 mil 500 pesos, es decir, un 11.4 por ciento. En 2024, la dieta volvió a aumentar a 126 mil 800 pesos.