En conferencia de prensa, el Gobierno Federal justificó la extradición a Estados Unidos de 29 presos vinculados con el narcotráfico, argumentando que existía el riesgo de que fueran liberados o de que sus procesos de extradición se demoraran.

Según Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, el Gabinete de Seguridad contaba con información sobre un “riesgo” de que algunos de estos prisioneros, solicitados por las autoridades estadounidenses pudieran ser liberados o que sus procesos se retrasaron debido a un acuerdo con jueces que intentaban favorecerlos.

Lo anterior, ya que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos había solicitado a estos presos desde hace 11 años, y algunos de ellos desde hace cuatro décadas.

Harfuch detalló que para la extradición de los reos se requirió la participación de tres mil 512 elementos, 342 vehículos y 20 aeronaves de la Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Marina, Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad, Centro Nacional de Inteligencia y la Fiscalía General de la República.

Finalmente, mencionó que dos de los sujetos fueron trasladados a White Plains, en Nueva York; siete a Washington D.C.; dos a Chicago, Illinois; cuatro a Houston, Texas; tres a McKinney, Texas; seis a Phoenix, Arizona; dos al aeropuerto John F. Kennedy en Nueva York; y tres a San Antonio, Texas.