El presidente de Estados Unidos (EE. UU.), Donald Trump, amenazó con imponer aranceles a autos fabricados en México, bajo el argumento de que estos podrían producirse en su país.

Trump recordó que los empresarios y sindicatos de la industria automotriz lo apoyaron para regresar a la Casa Blanca, por lo que considera la imposición de aranceles a los autos mexicanos como una forma de ayudar al sector en su país, pese a que la imposición de aranceles en este sector afecte a empresas automotrices que operan en México y exportan al mercado estadounidense.

En entrevista con Bret Baier de Fox News, el mandatario habló sobre el déficit comercial con México, que, según sus declaraciones, asciende a 350 mil millones de dólares.

El presidente no proporcionó cifras sobre el porcentaje de aranceles que amenaza con imponer a los autos mexicanos ni detalló cuándo realizará el anuncio oficial.

Por su parte, los fabricantes globales de automóviles ya analizan estrategias para mitigar el impacto de las amenazas arancelarias de Trump, las cuales se especula que podrían alcanzar un 25 por ciento, según un informe de la agencia calificadora Fitch Ratings.

Fitch Ratings advirtió que, si estos impuestos comerciales se concretan, las principales empresas automotrices enfrentarían presiones en sus calificaciones crediticias debido al aumento de costos y la afectación en sus cadenas de suministros.

De la misma manera, la calificadora señaló que, para mitigar el impacto de las amenazas arancelarias, las compañías han comenzado a evaluar estrategias como la diversificación de proveedores, el ajuste de precios de venta y la optimización de costos operativos.

Fitch aseguró que las automotrices no prevén realizar cambios drásticos en su producción hasta que las políticas arancelarias estadounidenses se implementen oficialmente.

Finalmente, la agencia calificadora reveló que entre las empresas más expuestas se encuentran General Motors, Honda, Nissan y Stellantis, debido a su alta dependencia de la fabricación en México y Canadá.