Ante las medidas migratorias de Estados Unidos (EE. UU.), organizaciones no gubernamentales (ONG’s) informaron que esto podría generar un impacto económico significativo, con una reducción del producto interno bruto (PIB) de entre 2.6 y 6 por ciento, lo cual representaría pérdidas anuales entre 711 mil millones de dólares y 1.6 billones de dólares.

El informe destacó que los sectores más afectados serían la agricultura, construcción, hotelería y cuidado de la salud, debido a la “importante” participación de los inmigrantes en la fuerza laboral de estas áreas.

De acuerdo con las ONG´s, más del 50 por ciento de los trabajadores en la agricultura y el 30 por ciento en la construcción en EE. UU. son inmigrantes.

Asimismo, las ONG´s destacaron que la deportación masiva de migrantes generaría un costo de más de 400 mil millones de dólares en operativos, juicios y traslados.

Este escenario se desarrolla en un contexto de creciente tensión en el país respecto a las políticas migratorias del presidente Donald Trump. En al menos 10 ciudades, como Nueva York, Nueva Jersey, Washington D.C., Atlanta y Filadelfia, se llevó a cabo la campaña “Un día sin inmigrantes” con protestas y cierres de establecimientos como supermercados, peluquerías y guarderías, en rechazo a las medidas migratorias.

El llamado a la acción se difundió en redes sociales, convocando a los migrantes a faltar al trabajo, evitar que los menores asistan a clases y abstenerse de realizar compras. Durante las protestas, los manifestantes alzaron pancartas y banderas mexicanas, además de exigir el respeto a los derechos de los migrantes, el cese de las deportaciones masivas y la detención de personas en bases militares.

Finalmente, también se impulsó a través de redes sociales el "Freeze Latino Movement" o "Congelación latina", cuyo objetivo es boicotear empresas estadounidenses y evitar el consumo de productos elaborados en el país, priorizando aquellos provenientes de Latinoamérica.