De los 10 ultrarricos en México en 2019, el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) vio la aparición de 12 nuevos magnates, según el informe “Beneficios en Fuga” de Oxfam México. Entre los 22 magnates, las tres fortunas más grandes suman un total de dos billones 273 mil 290 millones de pesos mexicanos, cifra equivalente a 2.7 veces el presupuesto asignado para la Secretaría de Bienestar en 2025.

Para finales de 2024, Carlos Slim poseía una riqueza de un billón 560 mil 282 millones de pesos; Germán Larrea, con 551 mil 27 millones de pesos; y Alejandro Baillères, con 160 mil 923 millones de pesos.

Cabe destacar que Slim es considerado el hombre más rico de América Latina, mientras que Larrea y Baillères se encuentran entre los más ricos de México.

El informe también reveló que las ganancias de los bancos comerciales más grandes del país han duplicado y triplicado sus utilidades entre 2000 y 2023 debido al “cobro de comisiones excesivas e intereses altos”. Entre 2019 y 2023, cinco de ellos dominaron el 75 por ciento del mercado bancario y transfirieron el 49 por ciento de sus ganancias a matrices en España y Estados Unidos, mientras el presupuesto público sigue destinando recursos para pagar el Fobaproa.

Además, la banca en México agrava la desigualdad de género, ya que las mujeres tienen dificultades para acceder a instituciones financieras, préstamos de hipotecas, personales o de nómina, y suelen pagar más intereses que los hombres. La discriminación por tono de piel, raza o aspecto físico también ocasiona malos tratos en sucursales, menor acceso a créditos y una mala calificación crediticia.

Oxfam señaló que el Estado mexicano falla en regular las ganancias de la banca y el sector financiero, ya que pagan menos impuestos que una persona con un salario mínimo. Entre 2015 y 2019, algunos de estos bancos fueron acusados de evadir impuestos por 20 y 43 millones de pesos.

La ONG también destacó la relación de la banca con la contaminación ambiental. A septiembre de 2024, los bancos mexicanos habían adquirido 183 concesiones de agua para explotar mantos acuíferos y lucrar con los derechos de uso del recurso. Ocho de los 10 mayores extractores de agua en el país pertenecen al sector turístico.

En un contexto de intensas sequías que empeoran cada año, Oxfam advierte que México no está exento de enfrentar una crisis de agua en el futuro. La organización instó al Estado mexicano a regular el sistema legal e institucional para garantizar el acceso al agua como derecho humano, en favor de los más vulnerables y evitar privatizaciones.