China rechazó la teoría que atribuye el origen de la pandemia de Covid-19 a una fuga de laboratorio en Wuhan, respuesta que emitió tras la difusión de un informe de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés), que señala esta hipótesis como aceptable para explicar la crisis sanitaria global.
La conclusión de esta dependencia gubernamental se basa en una evaluación sobre las pruebas preexistentes de las características del virus de la Covid-19, sus mecanismos de propagación y las condiciones de los laboratorios de virología en China; sin embargo, el informe no incluye datos nuevos, y la propia CIA indicó que las evidencias disponibles son insuficientes, ambiguas o contradictorias.
La revisión de estas investigaciones se realizó a petición de la administración del expresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y de William Burns, exdirector de la CIA. Por su parte, John Ratcliffe, actual titular de esta dependencia, ordenó la desclasificación y difusión de este documento.
Funcionarios chinos, como Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, descalificaron los señalamientos de dicho reporte al afirmar: “el equipo conjunto de expertos de China y la Organización Mundial de la Salud (OMS) llegó a la conclusión de que es extremadamente improbable que el Covid-19 se haya producido por una fuga en un laboratorio. Esto ha sido ampliamente reconocido por la comunidad científica internacional”.
De la misma manera, el funcionario Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Washington, acusó a la CIA de intentar utilizar el tema con fines políticos; por lo que hizo un llamado a “respetar la ciencia y mantenerse alejados de las teorías conspirativas”.