“Aquí en California anda la patrullas de migración correteando gente, y por qué no a la gente que está en la ciudad vendiendo droga, con ellos no hacen nada”; “Esos migras son hijos de mexicanos, se llaman Ramírez, González, sus padres y abuelos también llegaron así a este país”; “Se están llevando a la gente trabajadora, a la gente del campo”, estos son sólo algunos reclamos que circulan en redes sociales, tras la detención de cientos de migrantes, principalmente indígenas mexicanos que no hablan inglés ni español, por parte de la Patrulla Fronteriza en el condado de Kern, California.
Según la Fundación UFW, 192 personas fueron arrestadas entre el 6 y el 7 de enero, con más operativos previstos para los días subsecuentes.
Por su parte, Luis Magaña, líder del grupo Trabajadores Agrícolas de California, indicó que las autoridades estadounidenses enviaron a los migrantes a centros de detención en diversas partes del país, dejando a muchas personas desaparecidas, niños abandonados y familias divididas.
Las redadas generaron alarma en la comunidad, especialmente entre los trabajadores agrícolas de la región, una de las más importantes del país; debido a que los agentes se ubicaron en áreas como Taft, Lamont y Arvin, cerca de tiendas y gasolineras, donde los migrantes suelen comprar alimentos o dirigirse al trabajo.
El gobierno local confirmó que las operaciones fueron realizadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (ICE), aunque el Departamento del Sheriff del Condado de Fresno desconocía detalles, ya que las autoridades federales no están obligadas a informarles.
Cabe destacar que las redadas se producen previo al arribo del presidente electo Donald Trump, quien prometió una masiva deportación de migrantes; por lo que organizaciones defensoras de migrantes, como la Colaboración de California para la Justicia de los Inmigrantes, señalaron que estas acciones podrían ser un “espectáculo político” para mostrar el cumplimiento de promesas electorales.