El número de empresas que se declaran en bancarrota en Estados Unidos alcanzó su nivel más alto en 14 años, principalmente debido a las tendencias de consumo y la política monetaria, según indicaron analistas.
Durante 2024, compañías como el gigante minorista Tupperware, las cadenas de restaurantes Red Lobster, la aerolínea Spirit Airlines y la empresa de cosméticos Avon anunciaron situaciones financieras insostenibles.
Al menos 668 empresas se declararon en quiebra en 2024, lo que representa un aumento del ocho por ciento con respecto al año anterior y la cifra más alta desde 2010, según datos de Standard & Poor’s Global Market (S&P 500).
La institución también mencionó a la minorista Party City como un ejemplo de lo que se está volviendo característico de las quiebras empresariales en 2024. A finales de diciembre, la empresa presentó su segunda declaración de insolvencia en los últimos años y anunció el cierre de 700 tiendas en todo el país tras enfrentar dificultades por la inflación y los cambios en las tendencias de consumo.
La calificadora Fitch advirtió que los acreedores de deuda con créditos superiores a 100 millones de dólares enfrentan un debilitamiento en la demanda de los consumidores.
Gregory Daco, economista en jefe de la firma Ernst & Young, coincidió al señalar que la presión inflacionaria está afectando la capacidad de compra de las familias estadounidenses, lo que se traduce en menores gastos y, por ende, en menores ingresos para las empresas minoristas.
Otro factor que influye directamente en el aumento de las quiebras es la política monetaria de la Reserva Federal, responsable de controlar la inflación y proteger el empleo. Durante 2021 y 2022, cuando los costos de financiamiento eran bajos, se registraron 777 quiebras en total; sin embargo, en 2023, la cifra aumentó a 636, y en 2024 continuó el ascenso, a pesar de la disminución de las tasas de interés.
Finalmente, Daco explicó que, pese a las medidas gubernamentales para evitar quiebras, muchas empresas terminan en esta situación debido a un flujo de caja insuficiente para cubrir sus operaciones.