Si las amenazas de Donald Trump se realizaran, el término sombrío sería un eufemismo frente a los efectos que sobrevendrían en la economía mexicana: una situación verdaderamente catastrófica para el comercio exterior del país; las deportaciones masivas de connacionales no tendrían un efecto insignificante, baste recordar que los migrantes, con sus importantes remesas, se han convertido en un elemento fundamental de la economía mexicana por el lugar que ocupan en el ingreso nacional; factor en el que ningún mérito o esfuerzo corresponde al gobierno mexicano.

A tal escenario, que nuestro Reporte Especial define como sombrío y que para algunos analistas es muy probable que se convierta en realidad, no sólo contribuirán las amenazas de Trump; varios años antes de las balandronadas del magnate estadounidense, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ayudó a que se reunieran las condiciones indispensables para que la realidad de 2025 y de todo el sexenio recién iniciado resultara catastrófica para la mayoría de los mexicanos; los grandes descalabros de la economía nacional son resultado de la política errónea, demagógica y electorera de AMLO y su gabinete. La costosa campaña electoral para asegurar la continuidad de su partido en el poder es la causa fundamental del desequilibrio entre los gastos y los ingresos del Gobierno Federal; las consecuencias las sufrirá la nueva administración pública y, en última instancia, la población de menores ingresos.

La política de transferencias presupuestales hacia los programas sociales, es decir, el aseguramiento de los votos, se ha convertido en un círculo vicioso del que es muy difícil escapar, como ya debe estar constatando el nuevo gobierno. La política de “abrazos, no balazos”, probadamente ineficaz y, para algunos analistas, sospechosa, ha tenido como resultado el aumento de la violencia y la inseguridad, así como el empoderamiento de grupos criminales que el gobierno sucesor de AMLO no encuentra cómo erradicar. La inequitativa política fiscal, diseñada para beneficiar a las clases ricas, no parece tener enmienda y agravará los problemas de la nueva administración, por de pronto, con más recortes al Presupuesto de Egresos de la Federación en los renglones de servicios indispensables, es decir, muy pronto este problema repercutirá en los ingresos de la población mayoritaria.

Éstos son solamente algunos de los aspectos que vuelven sombrío el panorama de México y que padecerán los sectores más pobres en 2025; en buena medida son el resultado de un gobierno al que no le importó más que asegurar la continuidad de su partido a costa de comprometer el futuro de sus gobernados; y cuya sucesora asegura estar dispuesta a no modificar ni un ápice la política de su antecesor.