En entrevista con el periodista Ignacio Ramonet, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo que, a partir de enero de 2025, el proyecto bolivariano avanzará hacia una reforma constitucional que “democratice todo el Estado, que democratice toda la sociedad y que avance hacia un proceso de fortalecimiento de una nueva forma de hacer la política, de una nueva democracia. Para allá va dirigido, y además con un método dialogante, incluyente”.
Maduro hizo este comentario tras ser consultado por el periodista y escritor, Ignacio Ramonet, en torno a ¿qué es necesario añadirle a la democracia venezolana? luego de que Venezuela enfrentara un panorama muy complejo tras las elecciones presidenciales, el 28 de julio; además del referéndum sobre la Guayana Esequiba; entre otros mecanismos de participación popular.
“Yo estoy conformando un equipo especial de, pudiéramos decir, expertos, asesores, consejeros, tengo el ojo puesto en las formas de consulta al poder popular que tanto nosotros aplicamos permanentemente, y también un conjunto de asesores, consejeros internacionales que se han ofrecido para apoyarnos”
Aunque no amplío más sobre qué implicaciones tendría en el ejercicio del poder, el mandatario dijo que este proyecto de reforma a la democracia en Venezuela tendría que convertirse en una nueva ley.
“La reforma tiene que ir a la Asamblea Nacional, Poder Legislativo de Venezuela, el Parlamento, el único que existe en Venezuela, el Parlamento electo por el pueblo en el 2020, una vez que el Parlamento apruebe un proyecto, ese proyecto tiene que ir a la calle, al pueblo, al debate, al referéndum, y el que tiene la última palabra en Venezuela para aprobar una reforma, para cambiar la Constitución, es el soberano, es la democracia directa, es el pueblo” finalizó.
El mandatario sostuvo que, contra todos los pronósticos hacia la elección presidencial, el proyecto político que representa cuenta con el respaldo popular, crucial para continuar hacia adelante, sin embargo, no dejarán de denunciar la injerencia norteamericana en su sistema democrático.
“Nosotros conocemos todas esas formas de actuar del imperio estadounidense y sus aliados. Ellos creyeron que el 2024 era el año definitivo y aplicaron la diplomacia del engaño, a partir de negociaciones que desarrollamos con el gobierno saliente Joe Biden, que ellos incumplieron plenamente” aseveró.
Entre las fortalezas para resistir la embestida contra el proceso electoral, el mandatario afirmó que el proyecto legado por Hugo Chávez mantuvo la fidelidad de grupos clave en el ejercicio del poder.
“No contaron que en Venezuela hay un bloque histórico poderoso y que tiene una fusión perfecta entre el poder popular, el poder militar y el poder policial. Es lo que llamamos la unión y la fusión cívico-militar-policial, que yo la he venido llamando la fusión popular-militar-policial del gran bloque histórico, tomando el concepto de Gramsci, desarrollado por Chávez, de la Revolución Bolivariana”.
El mandatario celebró que Venezuela acabó con los planes imperialista para tratar de destruir a la Revolución Bolivariana en los pasados comicios, ya que convirtieron las elecciones presidenciales del 28 de julio en una elección mundial, con el uso descarado de las redes sociales para denostar su legitimidad como ganador de la contienda y ahora que asuma la posesión del nuevo periodo presidencial.
“Ahora quieren que el 10 de enero sea una toma de posesión mundial. Tratando de hacer lo que no han logrado ni van a lograr, que es desestabilizar nuestra patria, desestabilizar nuestra democracia, descarrilar a Venezuela y tratar de llevarlo por los caminos del caos, la división, llevarlo por los caminos del enfrentamiento y con el caos, la división, la violencia, hacer un llamado a una intervención extranjera militar, que es el sueño último de esta idea descocada del fascismo venezolano, de la extrema derecha, de tratar de aplicar un método de máxima presión, violencia y destrucción de las fuerzas revolucionarias del chavismo” resaltó.
Maduro también respondió a la pregunta sobre las perspectivas del progresismo latinoamericano tras el triunfo de Yamandú Orsi del Frente Amplio ganó la segunda vuelta de las elecciones.
“Saquemos lecciones de esa primera primavera para lo que está surgiendo ahora. Permita la tolerancia, el entendimiento y sobre todo comprender con profundidad que necesitamos unir a la América Latina caribeña para poder construir un bloque de fuerzas, una confederación de fuerzas, de países y de gobiernos que nos permita a nosotros transitar el resto del siglo XXI. Hay mucha intriga…para dividirnos y tratar de decir la izquierda buena y la izquierda mala, el progresismo bueno y el progresismo malo. Echemos a un lado la intriga, veámonos a las caras y tengamos un plan claro de unión de América Latina y el Caribe”
Maduro resaltó que el proceso bolivariano ha alentado nuevas iniciativas como los congresos antifascistas, con sede en Venezuela, por el faro que sigue representando Venezuela para otros movimientos que pugnan por un nuevo orden mundial.
“En Venezuela se está decidiendo el futuro de los movimientos progresistas del mundo, de los movimientos revolucionarios del mundo, y estoy convencido que ese mensaje, esa conciencia y esa alerta está en la mente de millones de hombres y mujeres de todos los continentes, de todos los países, de todas las religiones, de todas las culturas, porque sabe que Venezuela tiene una voz muy poderosa para denunciar los crímenes mundiales, tiene una voz muy poderosa para denunciar la decadencia del mundo occidental, tiene una voz muy poderosa para hacer propuestas que permitan el acercamiento de los pueblos, de las civilizaciones, en función de nuevos modelos de desarrollo más igualitarios que propugnen la mayor felicidad social, como era el planteamiento del Libertador Simón Bolívar…en Venezuela se está decidiendo el futuro de la lucha contra ese modelo macabro que trata de resurgir, que es el fascismo” finalizó.