La Oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, dio a conocer que desde el inicio del conflicto armado en 2023 y hasta a mediados de 2024, Israel perpetró al menos 136 ataques contra 27 hospitales y otras 12 instalaciones médicas en los que fallecieron 500 elementos de personal sanitario, cometiendo posibles “crímenes de guerra” y contra la humanidad.
Destacó que los ataques a hospitales de Gaza e inmediaciones, así como combates asociados, han colocado al sistema sanitario al borde de un “colapso total”.
Por su parte, Israel ha justificado parte de estos ataques argumentando que los hospitales son utilizados con fines militares por grupos armados palestinos; sin embargo, de acuerdo con la oficina de la ONU no se han presentado pruebas suficientes para demostrar esas alegaciones.
La oficina de las Naciones Unidas sugiere que los ataques contra el sistema sanitario palestino plantean dudas sobre el cumplimiento de la ley internacional por parte de Israel, que protege a personal médico y hospitales, siempre que estos no cometan actos perjudiciales para el “enemigo” fuera de su función humanitaria.
Destacó que los ataques han ocasionado la muerte de numerosos heridos que esperaban ser atendidos, así como la de recién nacidos cuyas madres no pudieron dar a luz en instalaciones apropiadas o recibir atención posnatal.
Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, concluyó que “el único refugio donde los palestinos deberían sentirse seguros se ha convertido en una trampa mortal”.