La organización “Sin maíz no hay país” exigió al Gobierno de México no ceder a la plantación y/o comercialización de maíz transgénico pese a presiones extranjeras.

El pasado 22 de diciembre un panel de disputas establecido bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) falló a favor de Estados Unidos, afirmando que las políticas de México para la prohibición del uso de maíz blanco genéticamente modificado (GM) para el consumo humano violaron los términos del acuerdo comercial, por lo que el panel instó a las autoridades mexicanas a cambiar sus políticas.

La organización declaró que el debate ha evidenciado la deficiencias en los sistemas internacionales de evaluación acerca de los organismos genéticamente modificados y sus riesgos para la salud humana; apuntó que México debe revisar sus determinaciones administrativas sobre el maíz transgénico, además de hacer un llamado a no permitir que en determinado momento, un tratado internacional esté por encima de la soberanía nacional.

En concordancia, Karen Hansen-Kuhn, directora de Comercio y Estrategias del Instituto de Política Agrícola y Comercial, declaró que el Estado mexicano tiene derecho para tratar de transformar su sistema alimentario para alimentar mejor a su población, y agregó que Estados Unidos se equivocó al impugnar esta iniciativa, así como el panel al respaldarla.

De la misma manera, la presidenta de Farm Action, Angela Huffman, recalcó que se encuentran decepcionados con el fallo del panel, porque muestra que Estados Unidos ejerció con éxito su poder en nombre de las corporaciones agroquímicas más grandes del mundo para imponer su tecnología industrial a México.

Por parte de otras organizaciones mexicanas, Mily Treviño-Sauceda, directora ejecutiva de Alianza Nacional de Campesinas, comentó que la organización que encabeza condena “energéticamente” la decisión del panel a favor de EE.UU., ya que las políticas mexicanas para prohibir el uso del maíz genéticamente modificado y glifosato se promulgaron con el fin de proteger la biodiversidad, el patrimonio cultural y los derechos de los pueblos indígenas.

Finalmente, Rick Arnold, del Grupo de Justicia Comercial del Capítulo de Northumberland del Consejo Canadiense, dijo que México ha presentado considerable evidencia científica acerca de los peligros de comer maíz transgénico, por lo que debería tener derecho a tomar decisiones basadas en sus preocupaciones.