Como despedida del año, el imperialismo parece estar decidido a extender aceleradamente sus acciones contra los países que se oponen a su dominio. Los actos de exterminio contra Palestina efectuados por Israel cumplieron un año de iniciados; desde la Franja de Gaza, el imperialismo ha extendido sus agresiones a todo Medio Oriente. La prolongación del conflicto entre Rusia y Ucrania (comenzado por el gobierno ucraniano al servicio de “Occidente”) es otro ejemplo claro de que hay países interesados en que la guerra se extienda y se intensifique para acercarse a su objetivo de largo plazo: el dominio del planeta, el mundo unipolar. Occidente inició el conflicto con la mira de invadir a Rusia; aunque las cosas no resultaron como pensaba, la guerra que deseaba estalló y no ha dejado de alimentarla entregando armas y dólares al gobierno neofascista de Zelenski. A principios de diciembre, grupos mercenarios opositores al gobierno sirio dieron un golpe de Estado con el apoyo “occidental”. Éstos son acontecimientos recientes de 2024, pero el recuento anual de las noticias internacionales muestra con mayor transparencia lo que ocurre en países de los cinco continentes. Extender la guerra es provocar una confrontación mundial y es el acto más irresponsable que pueda imaginarse, porque la mayoría de la gente sabe hasta dónde puede llegar una conflagración a escala planetaria. No se trata de alarmar a nuestros lectores con cuentos de terror o de ciencia ficción; desgraciadamente, existen pruebas, hechos históricos que confirman la posibilidad de aniquilamiento de la humanidad entera y aun de todos los seres vivos. De las consecuencias de una guerra de esta naturaleza son conscientes los gobiernos imperialistas; no obstante, su afán de dominio absoluto les impide frenar sus acciones y los obliga a seguir adelante con su actitud irracional; esto sólo puede creerse conociendo los hechos reales que nuestro Reporte Especial reseña y que revelan la tendencia creciente hacia una peligrosa guerra de exterminio.