La siembra de trigo enfrentará una caída de casi la mitad de su superficie sembrada, similar a los retos que atraviesan otras áreas agrícolas debido a la escasez de recursos y apoyo gubernamental, ya que pasará de 436 mil 835 hectáreas a sólo 228 mil 713 hectáreas, lo que representa un 48 por ciento, aseguró el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
El grupo consultor manifestó que en Sonora la superficie sembrada podría reducirse en un 84 por ciento, pasando de 248 mil 122 hectáreas a 40 mil, esto a pesar de que es la mayor zona productora de trigo en el país, lo cual ocasionará pérdidas económicas significativas.
El director del GCMA, Juan Carlos Anaya, indicó que los agricultores han optado por no arriesgarse debido a las condiciones adversas, lo que resultará en una pérdida de aproximadamente 15 mil millones de pesos solo en Sonora.
Esta problemática, Anaya la atribuyó a la falta de agua en la región; toda vez que las nueve presas de uso agrícola en Sonora presentan un nivel de almacenamiento de sólo 17.7 por ciento, el más bajo en todo el país, lo cual posiciona a la entidad en un "estado de emergencia" agrícola.
Por lo anterior, Anaya instó al gobierno a implementar un programa de emergencia para reactivar la economía agropecuaria en el estado.
Finalmente, dijo que el impacto económico se extenderá más allá de los agricultores, afectando a trilladores, almacenes, transportistas y otros actores de la cadena productiva. La disminución en la producción de trigo también tendrá consecuencias para el abasto de alimentos, ya que México es uno de los principales importadores de este grano. Para 2025, se prevé un récord histórico en las importaciones, especialmente de trigo cristalino, utilizado en productos como pastas.