El gasto medio per cápita en salud de los gobiernos de todos los países miembros disminuyó un 5.9 por ciento en 2022 en comparación con 2021, después de un aumento en los primeros años de la pandemia por COVID-19, según el informe titulado “El gasto mundial en salud tras la pandemia” de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el marco de la campaña del Día de la Cobertura Sanitaria Universal (CSU), celebrado cada 12 de diciembre.

Asimismo, destacó que el gasto público en salud resulta crucial para garantizar la cobertura sanitaria universal, especialmente en un contexto en el que 4.500 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a servicios básicos de salud, y dos mil millones de personas enfrentan dificultades económicas debido a los costos de atención sanitaria.

En este sentido, el informe de la OMS reveló que el gasto directo sigue siendo la principal fuente de financiación de la salud en 30 países de ingresos bajos y medianos bajos. En 20 de estas naciones, más de la mitad del gasto sanitario total proviene de los pacientes, lo que contribuye al ciclo de pobreza y vulnerabilidad.

Por esta razón, la organización hizo un llamado a los líderes de los países miembros a priorizar la "cobertura sanitaria universal" y eliminar el empobrecimiento relacionado con los gastos sanitarios para 2030.

Finalmente, el informe recordó que, durante la pandemia por COVID-19, entre 2020 y 2022, el gasto público en salud, principalmente a través de los presupuestos gubernamentales, permitió que más personas estuvieran protegidas y se salvaran. La OMS invitó a fortalecer los sistemas de salud para enfrentar futuras amenazas sanitarias.