“La migración irregular equivalía a una invasión que debía ser detenida”, afirmó Donald Trump, al detallar su plan para utilizar el Ejército estadounidense en una campaña de deportación masiva.

El presidente electo justificó el uso de tropas para expulsar a millones de migrantes irregulares, a pesar de las restricciones legales que limitan el despliegue militar en funciones de policía interna.

Indicó que recurriría también a la Guardia Nacional, y que iría tan lejos como se le permita, con base en las leyes de Estados Unidos; además, buscará deportar rápidamente a los migrantes, sin necesidad de crear grandes centros de detención. "No los quiero sentados en campamentos durante los próximos 20 años", destacó.

Cabe destacar que en Estados Unidos residen actualmente alrededor de 11 millones de migrantes indocumentados, según el Departamento de Seguridad Nacional. El plan de Trump de deportar a esta población podría afectar a millones de familias y sectores como la agricultura, que dependen de la mano de obra migrante.