El presidente de Siria, Bashar al Assad, fue derrocado la noche del sábado por fuerzas yihadistas encabezadas por el grupo terrorista Hayat Tahrir al Sham.
En una “operación relámpago”, los rebeldes tomaron Damasco y otras ciudades importantes como Alepo y Hama con incursiones armadas que escalaron la guerra civil en el país árabe.
La “caída” del Gobierno de Assad fue confirmada por las Fuerzas Armadas Sirias mientras ordenaban a sus tropas una retirada al mismo tiempo en que avanzaban los grupos armados yihadistas.
Al Jazeera informó de la liberación de prisioneros de la cárcel de Saydnaya durante los disturbios.
La entrada de las milicias rebeldes obligó al presidente Al Assad y su familia a abandonar el país para refugiarse en Rusia bajo la condición de asilo político por razones humanitarias.
Bashar al Assad asumió el poder en 2000 tras el fallecimiento de su padre y líder sirio, Hafez al Assad. Durante 24 años, fue un firme opositor a la injerencia de Estados Unidos en los países árabes y la ocupación de Israel en territorio palestino.