El primer ministro de Francia, Michel Barnier, presentó su dimisión tras la aprobación de una moción de censura por parte de legisladores de extrema derecha e izquierda.

Con 331 votos a favor, por encima de la mayoría absoluta de 288, la Asamblea Nacional aprobó su destitución, poniendo fin a menos de 100 días que duró su gobierno y, con ello, rechazando sus proyectos y presupuesto para 2025.

La destitución de Barbier se dio luego de que aprobará el presupuesto de 2025 sin respaldo del Parlamento. Justificó su decisión argumentando que era “necesaria” para poder mantener la “estabilidad” ante la presente división política del país.

En dicho presupuesto incluía recortes de 40 mil millones de euros y subidas de impuestos de 20 mil millones.

Dado que no se podrán convocar nuevos comicios legislativos hasta julio del próximo año y Barnier no podrá optar a su reelección en 2027, el presidente francés, Emmanuel Macron, expresó su disposición para nombrar a un nuevo primer ministro.

Se espera que el nombramiento se realice antes de las ceremonias de reapertura de Notre Dame, programadas para el 8 de diciembre de 2024.