A diez años de la publicación de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, el país ha enfrentado significativos avances y retrocesos en la protección de los derechos de este grupo poblacional.
De acuerdo con un análisis de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), entre 2014 y 2023, la violencia sexual contra menores aumentó 307.2 por ciento, mientras que los casos de abandono o negligencia crecieron 212.9 por ciento.
Asimismo, reportó que las desapariciones de niños, niñas y adolescentes tuvieron un incremento del 143.8 por ciento; mientras que la violencia familiar en este sector de la población subió un 105.2 por ciento.
Además, registró que entre 2015 y 2023, el número de personas de entre 0 y 17 años víctimas de extorsión creció 97.9 por ciento, y las víctimas de trata de personas aumentaron 69 por ciento. Con respecto a la violencia física destacó que también hubo un aumento del 19.6 por ciento durante el mismo período, y los homicidios dolosos que involucraron a menores de edad se elevaron un 17.3 por ciento.
También señaló que el suicidio entre menores también tuvo un aumento del 10 por ciento, reflejando un deterioro de las condiciones de vida y protección para este sector.
Entre los avances, Redim registró que entre 2014 y 2023, la población de adolescentes y jóvenes internados en centros de tratamiento disminuyó un 83 por ciento. También, observó una reducción del 35.5 por ciento en los casos de secuestro en menores de edad.
Por otro lado, la pobreza en la población infantil se redujo en 5.5 puntos porcentuales, mientras que la carencia por acceso a alimentación nutritiva disminuyó en 3.5 puntos.
Finalmente, reveló que entre otros indicadores positivos se encuentra una baja del 22.6 por ciento en la cantidad de madres adolescentes entre 12 y 17 años, así como una disminución similar del 22.5 por ciento en las mujeres de esa misma edad que se encontraban casadas o unidas. El acceso a servicios de salud para los menores también experimentó una mejora, aunque aún persisten retos en áreas como la pobreza extrema, que aumentó en 1.3 puntos porcentuales.