Mientras México se prepara ante la posibilidad de una deportación masiva de migrantes a órdenes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, una nueva caravana migrante, compuesta por más de mil 500 personas, partió desde el sur del país con rumbo a Estados Unidos.

La caravana migrante, que incluye hombres, mujeres y niños, busca alcanzar la frontera norte antes de que Trump asuma la presidencia el próximo 20 de enero de 2025.

De acuerdo con la organización Médicos Sin Fronteras, la nueva caravana, que partió desde Chiapas, refleja la desesperación de miles de migrantes que huyen de la violencia, la pobreza y la inseguridad en Centroamérica; además sufren de estrés postraumático, ansiedad y traumas debido a las experiencias de violencia, extorsión y abuso que atraviesan durante su travesía.

Por su parte, el Gobierno Federal de México aseguró que no cerrará las fronteras, por el contrario, buscará un enfoque de apoyo humanitario, en el que se prioricen la protección y la asistencia legal a los migrantes.

Asimismo, el gobierno mexicano enfrenta críticas sobre su manejo de la migración, especialmente después de los recientes incidentes de violencia en Chiapas, donde el 2 de octubre fuerzas del ejército mexicano mataron a seis migrantes.