A pesar de que las microempresas generan la mayor parte del empleo, las condiciones de trabajo en ellas son precarias. En contraste, las grandes empresas, que generan menos de la mitad del empleo que las microempresas, ofrecen a sus trabajadores todos los beneficios previstos por la ley, reveló el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
El análisis del CEEY identificó una relación directa entre el tamaño de la empresa y el acceso a servicios de salud. Según los datos, las personas trabajadoras en microempresas tuvieron un acceso del 15.6 por ciento a servicios de salud, mientras que en las pequeñas empresas ese acceso creció al 73.5 por ciento. Las medianas empresas alcanzaron un 88.8 por ciento de acceso, mientras que las grandes empresas representaron el mayor porcentaje, con un 94.2 por ciento.
La desigualdad salarial también se presenta de manera significativa. Los trabajadores de microempresas ganan, en promedio, la mitad de lo que perciben aquellos que laboran en grandes empresas. Las diferencias salariales son del 57.25 por ciento entre micro y pequeñas empresas, del 8 por ciento entre pequeñas y medianas, y del 12.6 por ciento entre medianas y grandes empresas.
Esta brecha salarial se relaciona con la productividad, ya que las empresas más grandes, con mayor productividad, pueden ofrecer salarios más altos. A pesar de que casi la mitad de la población ocupada trabaja en microempresas, sus ingresos representan solo un tercio del total.
Según el CEEY, la estructura salarial actual, marcada por una amplia brecha entre empresas de distintos tamaños, perpetúa las desigualdades y limita las posibilidades de ascenso social para una gran parte de la población trabajadora.
Por su parte, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que, durante el segundo trimestre de 2023, el 48.6 por ciento de la población ocupada trabajaba en microempresas, el 20 por ciento en pequeñas, el 13 por ciento en medianas y el 18.4 por ciento en grandes.