El Estado dejo de proveer servicios como salud y educación, por lo que, en los últimos años, “las familias mexicanas subsidian la labor del Estado en estos servicios…y lo hacen con ingresos familiares”, fue uno de los hallazgos del Índice de Progreso Social (IPS) 2024: Historias contadas con datos 2025-2023”.
El IPS 2024 fue elaborado por la organización México ¿Cómo vamos?, a través de una medición del desempeño social en las entidades del país y es independiente de factores que miden ingreso o gasto. Realiza su medición a partir de 49 indicadores sociales y ambientales centradas en tres dimensiones del progreso social: Necesidades Humanas Básicas, Fundamentos del Bienestar y Oportunidades.
Unos de sus principales hallazgos es que “Las familias mexicanas subsidian la labor del Estado en los servicios que habilitan el acceso a derechos fundamentales, como la salud y la educación, pues son financiados con los ingresos familiares y no adecuadamente provistos por el gobierno. En un contexto de incremento en los ingresos laborales de las personas, un ligero incremento en la participación de las mujeres en el mercado laboral remunerado y de un lento pero consecuente incremento de la formalidad laboral tras la pandemia, el Índice de Progreso Social alcanzó su máximo histórico en esta última edición, en cierta medida, gracias al gasto de bolsillo de las familias”.
Respecto a la reducida inversión en salud por parte del gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador y de la actual presidenta Claudia Sheinbaum, quien Prevé un recorte presupuesto en este rubro, Mariana Campos, directora de México Evalúa afirmó que “para tener un impacto positivo en el Progreso Social, hay que cuidar los servicios públicos. Recortarlos afecta a las personas con más carencias”.
Durante su participación en la presentación del Índice, Campos mencionó que en el Paquete Económico 2025, el gasto funcional en salud baja de 2.8 por ciento del PIB a 2.4 por ciento.
El estudio resaltó que, durante la pandemia, en un contexto de reducción en los ingresos laborales, el gasto de bolsillo de las familias fue insuficiente para compensar la falta de acceso a servicios públicos. “Esto se tradujo en un impacto significativo en la dimensión de Fundamentos del Bienestar (FB) en todas las entidades. Este efecto fue particularmente severo en estados con rezagos previos en fundamentos del bienestar, como Veracruz, Chiapas y Oaxaca, cuyos puntajes no superaban los 53 puntos en 2019 y cayeron por debajo de los 50 puntos en 2020.
La educación y salud, además de seguridad, son palancas del progreso social, reitera el informe. La Ciudad de México concentra la educación superior, lo que sin duda es una “herramienta clave para impulsar el progreso social”. Baja California Sur subió cuatro posiciones en el IPS 2023, mostrando mejoras en indicadores relacionados a salud, educación y seguridad. En esta edición, Nuevo León ocupa la quinta posición en el IPS, su nivel más bajo en toda la serie histórica. Este descenso, aunado a otras variables, se relaciona con indicadores de seguridad, como el aumento en el índice de crimen violento, que alcanza su punto más alto en el registro de su serie, señaló por su parte México ¿Cómo vamos? en un comunicado.
El documento señala que los estados del sureste continúan con un gran rezago en progreso social. Guerrero ocupa la última posición del IPS en la serie 2015 - 2023. En particular, en la dimensión de Necesidades Humanas Básicas, este estado se encuentra en la última posición y únicamente avanzó 4.3 puntos respecto a 2015. El impacto del huracán Otis en el puntaje de esta dimensión es evidente, y aún falta dimensionar el impacto del huracán John en 2024.