Las chinampas de Xochimilco, Patrimonio Mundial de la Humanidad, enfrentan una grave preocupación por parte de sus habitantes debido a la desaparición de estas tierras. Hace 30 años existían aproximadamente 20 mil, pero hoy sólo sobreviven tres mil 500, una disminución atribuida a la urbanización, los hundimientos del suelo y la calidad y cantidad decreciente de agua en los canales.

Los habitantes de la alcaldía Xochimilco reportan que en los últimos tres años el nivel de agua de los canales ha descendido hasta un metro y medio. Además, señalan que no hay agua potable en la zona debido a que el líquido se canaliza hacia una zona conocida como Hidalgo.

Vecinos y trabajadores del área temen que, para 2030, la situación empeore al punto de que los canales de Xochimilco ya no sean navegables, sino que sólo sea posible caminar o correr por ellos debido al nivel de sequía.

Actualmente, los canales que antes transportaban agua han sido sustituidos por mangueras plásticas para bombear el líquido a las viviendas construidas sobre las chinampas, mientras que otras mangueras llevan el agua potable hacia las casas o lo que debería ir al drenaje.

Los habitantes, que pidieron no revelar sus nombres por temor a represalias de las autoridades, denunciaron que los canales de Xochimilco reciben agua tratada proveniente del Cerro de la Estrella. Esto ocurre porque los manantiales originales se han secado. Además, mencionaron que los hundimientos provocados por el sismo del 19 de septiembre de 2017 y la sequía han afectado aún más el nivel de agua, a pesar de las lluvias intensas registradas en octubre de 2023.

Otra preocupación es el abandono de las chinampas, ya que muchos de estos terrenos agrícolas ahora se destinan a campos deportivos o se encuentran completamente desocupados, especialmente cerca del Canal Japón. Algunos incluso se usan como salones de fiestas. En cuanto al suministro de agua potable, los residentes deben obtenerla de la zona de Piraña y transportarla en botes hasta las chinampas para sus necesidades diarias, como bañarse, lavar platos o cocinar.

Además, los pobladores enfrentan una invasión descontrolada de lirio acuático que bloquea el paso de las trajineras. “Es imposible pasar remando debido a que el lirio cubre todo el canal y las raíces se entrelazan de tal manera que es casi imposible separarlas”, comentó un vecino que vive del turismo.

Los habitantes también denuncian que las autoridades de la alcaldía no realizan labores de limpieza del lirio, y que los que dependen del turismo en las chinampas deben encargarse de dicha labor. Por si fuera poco, mencionaron que la basura y los cadáveres de animales arrojados a los canales permanecen allí hasta descomponerse, lo que contamina aún más el ya escaso suministro de agua.