Moody’s Ratings modificó la perspectiva de la calificación de México de "estable" a "negativa" y ratificó la calificación en “Baa2”. La agencia explicó que esta acción responde a la percepción de un debilitamiento en la formulación de políticas y a un entorno institucional que podría socavar los resultados fiscales y económicos del país.

La agencia Moody’s indicó que el aumento del déficit público, que este año superó el 5 por ciento del PIB, fue uno de los factores clave en esta decisión. Asimismo, refirió que, a pesar de los compromisos del gobierno para reducir el déficit en los próximos años, las reformas implementadas y anunciadas limitan ese esfuerzo, especialmente en lo que respecta a la reforma del Poder Judicial, la cual podría alterar los controles y equilibrios del sistema político y afectar el entorno empresarial del país.

Con respecto a las proyecciones fiscales, Moody’s prevé que la carga de la deuda pública aumentará, alcanzando más del 45 por ciento del PIB en 2025, comparado con el 40 por ciento en 2023. La deuda podría continuar creciendo hasta el 50 por ciento en 2027-2028 si no se lleva a cabo una consolidación fiscal más efectiva.

Finalmente, la agencia destacó que la calificación se mantiene estable debido a la diversidad de su economía y los beneficios potenciales de la relocalización de cadenas de suministro.