El Gobierno Federal presentó un nuevo régimen fiscal para Petróleos Mexicanos (Pemex) que simplifica los pagos al Estado, pero que reemplaza los derechos de exploración, extracción y utilidad compartida que la empresa estatal venía pagando. Será a partir de 2025 cuando Pemex pagará un único impuesto sobre la producción de hidrocarburos, denominado Derecho Petrolero para el Bienestar, con una tasa de 30 por ciento para el crudo y 11.63 por ciento para el gas.

Aunque el gobierno asegura que este esquema es más transparente y reducirá los gastos de Pemex, algunos expertos señalan que podría traer consecuencias negativas. Entre las voces está la de Gonzalo Monroy, director de la consultora GMEC, quien calificó la reforma como una "tremenda decepción", ya que el “nuevo” régimen es prácticamente el mismo que se utilizó entre 1994 y 2008.

De acuerdo con el especialista, ese esquema fiscal provocó que Pemex tuviera que emitir deuda para cubrir los altos impuestos, lo que incrementó la carga financiera de la empresa. Además, advirtió que este sistema favorece a la producción de petróleo en detrimento del gas natural, lo que ha llevado a México a depender cada vez más de las importaciones de gas.

Cabe destacar que el Gobierno Federal también anunció un plan de austeridad para generar ahorros de 50 mil millones de pesos, que incluye la eliminación de filiales y la integración de la contabilidad de Pemex; sin embargo, consideró, la falta de un enfoque claro en cómo mejorar la rentabilidad de la empresa en el largo plazo genera incertidumbre sobre los resultados de estas medidas.