La relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Margaret Satterthwaite, expresó su preocupación sobre la reforma judicial en México, porque considera que con esto se desmantela la imparcialidad en el país. Aunque admite que el Poder Judicial mexicano presenta problemas de corrupción y confianza, sostiene que esta reforma no representa la manera de solucionarlos.

"Estas reformas no tienen como objetivo garantizar que los jueces actúen de manera imparcial y con independencia; en realidad, son el tipo de reformas que corren el riesgo de promover una actuación más parcial", enfatizó.

Satterthwaite explicó que en Estados Unidos los jueces no son electos, sino designados y confirmados por el Senado. Destacó que su selección debe basarse en la capacidad y formación, por lo que considera "inusual" una elección popular.

"Tener a esta enorme cantidad de jueces nuevos a la vez es como si un país se disparara en el pie", destacó. La especialista en labores judiciales enfatizó que el trabajo de un juez requiere mucha habilidad y un alto nivel técnico, por lo que no resulta adecuado tener de pronto a tantos nuevos jueces si se piensa en el trabajo de juzgar.

Además, si la reforma llegara a implementarse, llevaría tiempo que un juez recién electo pudiera adquirir la experiencia necesaria para desempeñar su función.