Legisladores de la oposición criticaron la omisión de previsiones de financiamiento en el dictamen de la reciente reforma al artículo 123 constitucional.

El priista Yericó Abramo Masso subrayó que en 2012 se construyeron 295 mil viviendas en México, mientras que para 2023 sólo se registraron 131 mil, lo que representa una disminución cercana al 50 por ciento. Esta caída se atribuye a la falta de atractivo en la construcción de vivienda económica. Además, advirtió que actualmente hay 6.1 millones de casas solas, abandonadas o vandalizadas, “que nadie habita y que tienen un crédito Infonavit, con nombre y apellido, y nadie paga”.

En contraste, la legisladora panista Rocío González anticipó el voto de su bancada a favor de la reforma, pero cuestionó la capacidad del titular del Infonavit para llevar a cabo lo propuesto. “Preocupa que esta reforma promueve el regreso del clientelismo político y la corrupción, un sello de Morena”.

Cabe destacar que la Cámara de Diputados aprobó la reforma, la cual establece un “sistema de vivienda con orientación social” y se envía al Senado para su análisis y ratificación, la cual permite que los trabajadores accedan a viviendas del Infonavit en arrendamiento social, con el derecho a adquirirlas en propiedad.

Durante la discusión, el pleno aceptó una reserva presentada por Morena para eliminar el plazo de un año de cotización ante el Infonavit para acceder a viviendas en arrendamiento y de diez años de renta de un mismo inmueble para tener el derecho de compra.

Aprobada con 469 votos y una abstención, la reforma constitucional indica que “la mensualidad del arrendamiento social no podrá exceder del 30 por ciento del salario de las personas trabajadoras”.

Finalmente, el dictamen establece que “se dará preferencia de acceso a la vivienda en arrendamiento social a las personas trabajadoras que hayan aportado continuamente al fondo y no cuenten con vivienda propia”.