El reciente programa agrícola del Gobierno Federal recuerda las políticas de los años ochenta, un periodo en el que la producción y distribución de alimentos en México dependían en gran medida de productos básicos como la tortilla y el frijol, aseguró la agencia AP tras la presentación del proyecto para el campo mexicano.

Recordó que, en aquella época, los ciudadanos frecuentemente compraban estos insumos en tiendas gubernamentales, lo que contrasta con el auge de las tiendas modernas y la diversificación del consumo actual.

La iniciativa para trabajar el sector agrícola incluye una negociación con las empresas para reducir en un 10 por ciento el precio de la tortilla. El Secretario de Agricultura, Julio Berdegué, reconoció el aumento en el costo de este alimento esencial y destacó la necesidad de un acuerdo con los empresarios para disminuir su costo en términos reales durante el sexenio.

Asimismo, la estrategia busca aumentar la producción nacional y reducir las importaciones, que ascienden a 300 mil toneladas anuales. El programa también contempla la implementación de un sistema de tecnificación de riego para optimizar el uso del agua en la agricultura, dado que el 75 por ciento de este recurso se destina a este sector. Además, se ofrecerán créditos y seguros para 600 mil productores en mil 200 municipios con altos índices de pobreza.

También se destinarán apoyos a pequeños y medianos productores de ganadería sustentable en Chiapas, Tabasco y Campeche; y nuevamente se revisarán los padrones de los programas de Fertilizantes y Producción para el Bienestar como en la administración anterior, la del expresidente Andrés Manuel López Obrador, cuando los apoyos se otorgaban a personas que no sembraban la tierra y sólo revendían la semilla y los fertilizantes, denunciaban agricultores de Oaxaca y Chihuahua por mencionar sólo algunos.

La AP advirtió que estas políticas pueden ir en contra de las tendencias actuales del mercado y el consumo, que ha evolucionado hacia un aumento en la compra de café recién molido y otros productos modernos. Concluyó que la implementación efectiva de este programa dependerá de la capacidad del Gobierno para adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado y las necesidades de los consumidores.