Los derechos humanos están en riesgo cuando el poder no puede ser contenido, frenado ni controlado, aseguró la ministra presidenta Norma Piña Hernández, esto en referencia a la nueva reforma al Poder Judicial impulsada por el gobierno morenista del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, y luego por el de la presidenta Claudia Sheinbaum.
"Los mexicanos están perdiendo su derecho a una justicia imparcial y el respeto a sus derechos humanos está en riesgo. La politización de la justicia, la desaparición de la carrera judicial y la erosión de la certeza jurídica no sólo afectan a los ciudadanos, sino que también comprometen la confianza en el sistema judicial, crucial para el desarrollo económico y social del país", aseguró.
Piña Hernández explicó que uno de los propósitos del Poder Judicial es ser contrapeso al Poder Ejecutivo. Sin embargo, con la reforma, se corre el riesgo que ese contrapeso se pierda al no tomar en cuenta la trayectoria jurídica y someter a elección popular a jueces, ministros y magistrados.
En la inauguración del 16 Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, la ministra señaló que uno de los propósitos del Poder Judicial es ser un contrapeso al poder que podría amenazar los derechos humanos, por lo que la independencia de los jueces es fundamental para mantener la confianza en la judicatura.
"Hay mucha evidencia que nos proporciona la historia y el presente, en muchas latitudes, de que los derechos humanos están en riesgo cuando un poder, de cualquier tipo, no puede ser contenido, frenado y controlado (...) La conservación y el respeto a la democracia, al Estado de Derecho, a la división de poderes, a la colaboración entre ellos, a la independencia judicial y a los derechos fundamentales, son los elementos básicos de un Estado constitucional".
Piña Hernández declaró que existe todavía la necesidad de hacer un análisis profundo de la reforma, pues hay un "abanico de voces" que cuestionan las implicaciones y repercusiones de la reforma judicial, y en una democracia se escucha a todos y que no se desoye a nadie.