A un año del huracán Otis y a un mes del impacto de John, habitantes de Acapulco denunciaron que, tras el impacto de ambos fenómenos meteorológicos, la ayuda no ha llegado aún a comunidades vulnerables, las cuales sufrieron inundaciones y deslaves.

Las familias damnificadas afirman que la distribución de ayuda ha sido desigual, también indicaron que existen irregularidades en los censos para reubicación, incluyendo cobros por constancias que acrediten su condición de damnificados.

En colonias como La Libertad, Olivos y San Agustín, así como en comunidades rurales como Garrapatas, el impacto del desbordamiento de ríos y deslizamientos de tierra resultó en la pérdida de decenas de viviendas, muchas de las cuales quedaron incomunicadas. Otros se encuentran en riesgo de perder lo poco que les queda ante la próxima lluvia.

En la colonia Ampliación Los Olivos, la calle Pingüinos desapareció luego de que el río ocupara la vialidad y arrasara con las viviendas construidas en su mayoría de madera, las cuales sucumbieron a la fuerza del agua.

“Vinieron de Protección Civil a levantar un censo para la reubicación, pero no sabemos nada. A dónde vamos a ir, no nos han dicho. Aquí no hay nada de pingüinos, todo se llevó John”, expresaron los vecinos.

Mientras tanto, en la comunidad de Garrapatas, la cual quedó aislada tras la destrucción de su único camino, también enfrenta la falta de atención: “Cuando nos piden apoyo para el voto, nosotros ayudamos. Ahora queremos que no se nos olvide, que vengan a ver cómo está la gente”, declaró la comisaria local Clara Morales.

Finalmente, denunciaron que en la colonia La Libertad, la situación es aún más crítica. Vecinos denunciaron la existencia de gestores que cobran por constancias de damnificados. Por tan sólo 100 pesos, se puede adquirir un documento que acredita la residencia en la zona. Además, se ofrecen certificados que pueden costar hasta tres mil pesos.