Con penas que van desde los 10 hasta los 30 años de prisión, así como perder derechos relacionados con la víctima, incluidos los sucesorios, son las penas que propone la reforma al artículo 125 del Código Penal como parte de la “Ley Crucito”.
La diputada local de Morena, Elizabeth Mateos, informó que la iniciativa de reforma busca establecer la relación entre padrastros e hijastros como un agravante en casos de homicidio; asimismo, pretende imponer las mismas penas a padres o madres que, con conocimiento de los hechos, no informen al Ministerio Público o faciliten la comisión del delito.
La iniciativa de reforma surgió luego del caso del pequeño Cruz, conocido como ‘Crucito’, quien fue asesinado a golpes por Oscar ‘N’, pareja de su madre, el pasado 11 de octubre en la alcaldía de Iztacalco.
Fueron los propios vecinos quienes compartieron fotografías y videos que evidencian las condiciones inhumanas a las que el menor estaba sometido; el menor padecía desnutrición extrema, situación que lo llevó a hurgar en botes de basura en busca de alimentos, que limpiaba con sus escasas prendas antes de llevarlos a su boca.