El reciente Premio Nobel de Economía otorgado a Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson reconoce el papel crucial de las instituciones sociales en el crecimiento económico sostenible. Los galardonados investigaron cómo un estado de derecho sólido e instituciones democráticas son esenciales para reducir las disparidades económicas entre países.

Un ejemplo clave que utilizaron los economistas fue contrastar el desarrollo de Nogales, México con Arizona, Estados Unidos, donde, a pesar de compartir características geográficas y culturales, la calidad de vida y las oportunidades económicas son drásticamente diferentes.

Señalaron que, en Arizona, la población disfruta de una vida más acomodada, con altas tasas de graduación escolar y un entorno seguro para los negocios. En cambio, Nogales enfrenta desafíos significativos, como el crimen organizado y la corrupción política, que dificultan el desarrollo económico.

El Comité Nobel enfatizó que el trabajo de estos economistas es vital para entender y abordar las diferencias de ingresos globales, subrayando que las instituciones democráticas y la protección de los derechos de propiedad son determinantes clave para la prosperidad de un país.