El pleno de la Cámara de Diputados aprobó la madrugada de este jueves, el proyecto de reformas a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución para devolver la denominación de “empresas públicas” del Estado, a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Los diputados federales avalaron con 350 votos a favor, 111 en contra y una abstención, por lo que el decreto prevé asimismo otorgarle a la CFE prevalencia sobre las empresas privadas en el sector eléctrico. La discusión del proyecto originó el debate de casi 14 horas.
El dictamen fue avalado, en lo general, por las bancadas de Morena, Partido del Trabajo (PT) y Verde Ecologista (PVEM), por lo que elimina así el carácter de “empresas productivas” del Estado que la reforma energética de 2014 dio a las paraestatales.
La Mesa Directiva en el Palacio de San Lázaro turnó la reforma al Senado de la República para su análisis y eventual ratificación.
Durante la discusión en lo particular, el bloque oficialista admitió una reserva propuesta por los morenistas Ricardo Monreal y Ana Elizabeth Ayala para liberar al Estado mexicano de responsabilidad en la transición hacia las energías limpias que originalmente le imponía la reforma.
El bloque oficialista suprimió el párrafo en que se establecía “el Estado queda a cargo de la transición energética y utilizará de manera sustentable todas las fuentes de energía de las que dispone la nación, con el fin de reducir las emisiones de gases y componentes de efecto invernadero, para lo que establecerá las políticas científicas, tecnológicas e industriales necesarias para la transición energética y otros impactos ambientales”.
Además, privilegia la participación de la CFE en el sector eléctrico por encima de inversionistas privados: “las leyes determinarán la forma en que los particulares podrán participar en las demás actividades de la industria eléctrica, que en ningún caso tendrán prevalencia sobre la empresa pública del Estado”.
El coordinador de la bancada morenista, Ricardo Monreal, anticipó que las leyes secundarias de la reforma definirán la prevalencia de la CFE con al menos 54 por ciento de participación en el sector eléctrico.
La reforma generó ríspidos enfrentamientos verbales en el pleno de la Cámara de Diputados, al grado que un grupo de legisladores de Acción Nacional gritó “¡fuera, fuera, fuera!” a la morenista Dolores Padierna, después de que ella, en funciones de presidenta de la Mesa Directiva, reprendió a los del blanquiazul por rebasar su tiempo en el uso de la voz: “Fuera ustedes, que ya concluyó su tiempo en la tribuna”.
Al fijar la posición de Morena, la presidenta de la Comisión de Energía en el Palacio de San Lázaro, Rocío Abreu, se enganchó en una confrontación con legisladoras panistas que la increpaban desde el pleno.
“¡No estoy hablando con usted, señora, estoy hablando con el pueblo mexicano, no con ignorantes! Lo que te duele y te arde vienes aquí a gritar. Lo que no tiene la razón lo quieren hablar con gritos (…) Y no vamos a dejar de poner el dedo en el renglón, nosotros estamos para defender al pueblo, no nos venimos a arrodillar ante los intereses privados y ante los patrones de un grupo que está gritando”, arengó.
En respuesta, la diputada panista, Josefina Gamboa, arremetió contra la morenista campechana, quien aseguró que el dictamen está lleno de mentiras ya que Abreu no solo votó a favor de la reforma energética en el 2013, siendo de la bancada del PRI, sino que subió, y "aquí tengo su discurso, a defender la reforma energética. Hoy, a cambio de un hueso, y de los que acá tengo también los videos con el billetón que le daban en Campeche, diputada. Así cómo no, así la memoria hasta cambia”.
Por el PRI, el diputado Arturo Zamora advirtió que el dictamen violenta los principios constitucionales en materia de derechos humanos, afecta la no retroactividad de la ley y la prohibición de monopolios, además de trastocar los tratados comerciales con Estados Unidos y Canadá.