Trabajadores del Ayuntamiento de Chilpancingo, en Guerrero, expresaron su temor a que civiles armados irrumpan en el Palacio Municipal y atenten contra su integridad física; debido a que, tras el homicidio del alcalde electo, Alejandro Arcos, comenzaron a recibir amenazas en las que les dice no salir después de las 20:00 horas. Los funcionarios señalaron que tampoco han recibido instrucciones oficiales sobre el relevo del cargo del fallecido alcalde.
La escalada de violencia política comenzó con los pasados comicios, en los cuales estuvieron en juego más de 20 mil puestos electorales. En esa jornada, al menos 34 candidatos políticos fueron asesinados por organizaciones criminales.
Según un informe de Integralia Consultants, las organizaciones criminales en México se centran en ataques con motivaciones políticas a nivel municipal, pues los alcaldes pueden ofrecer impunidad por su vínculo con elementos de seguridad y la economía local.
En el municipio de Olinalá, también en el estado de Guerrero, presuntos criminales fueron amarrados e incinerados. Según información de las autoridades, la agresión ocurrió a las 10:00 horas de este martes, cuando un grupo armado llegó a la cabecera municipal en una camioneta y atacó a tiros a un hombre.
Medios locales reportaron que los delincuentes intentaron secuestrar personas. Tras los hechos, civiles armados y policías comunitarios localizaron a los atacantes, quienes se encontraban armados, los ataron de manos y luego les prendieron fuego.
Hasta el momento, únicamente se ha pronunciado al respecto el gobierno municipal de Olinalá, que condenó “enérgicamente” los hechos y solicitó la presencia de las fuerzas armadas en el municipio.