Aquellos trabajadores del sector informal no resultarán beneficiados con la reforma que impulsa las 40 horas de trabajo a la semana; de igual manera, quienes ya de por sí tienen un horario que contempla de 30 a 36 horas y los que brindan sus servicios menos de seis días a la semana tampoco serán afectados con los cambios en la Ley Laboral.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señala que cada empleado en México trabaja dos mil 226 horas al año, lo que ubica al país entre los que más horas dedican al trabajo. La reforma busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas, permitiendo a los empleados disfrutar más tiempo con sus familias y reducir el estrés.
Al respecto, Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, aseguró que la reducción de la semana laboral será aprobada antes de que termine el año. Este tema figura entre los cien compromisos de la presidenta Claudia Sheinbaum como un “regalo de Navidad” para los trabajadores mexicanos; pero no para todos.
El dictamen sobre la reducción de la jornada laboral, pendiente en la legislatura anterior, se reactivará y recibirá prioridad. Aunque la reducción de la jornada laboral no estuvo incluida en el documento “100 pasos para la transformación”, la presidenta Sheinbaum mencionó su importancia en diferentes espacios.