A 14 días del paso del huracán John, los pobladores de Guerrero enfrentan problemas de salud, estrés y ansiedad; debido a que sus calles siguen invadidas por lodo, tierra, basura y muebles a causa de las inundaciones.

Las autoridades locales dieron a conocer que el huracán dejó al menos 23 muertos en Acapulco y causó severos daños materiales, lo cual impide la recuperación económica de la población.

Los habitantes de la zona Diamante de Acapulco, especialmente en la unidad habitacional Luis Donaldo Colosio, sufrieron inundaciones totales. Los testimonios reflejan desesperación y pérdida: “hemos perdido todo lo material” y “es más estresante ver que mis hijos no tendrán qué comer mañana”.

Durante el huracán, muchos se refugiaron en casas de amigos o albergues, salvando solo documentos importantes. Actualmente se enfrentan a labores de limpieza, con complicaciones por el desbordamiento de drenajes.

“No podemos habitar; perdimos todo y buscamos recuperar cosas", indicó una madre soltera. Las condiciones son desesperantes: “Aquí no tenemos agua, no se han llevado la basura”.

Por su parte, la Secretaría del Bienestar federal ha comenzado a realizar censos en las comunidades.