La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reportó el fallecimiento de seis migrantes y 12 heridos, tras un ataque de soldados del Ejército Mexicano contra un convoy que transportaba a 33 personas de origen egipcio, nepalí, cubano, hindú, pakistaní, árabe y latinoamericano.

Los hechos ocurrieron a las 20:50 horas del pasado martes en un tramo carretero del municipio de Villa Comaltitlán, Chiapas, cerca de la frontera con Guatemala. Según declaraciones de la Sedena, dos elementos realizaban un recorrido de reconocimiento cuando identificaron una camioneta tipo pick-up que circulaba a alta velocidad, seguida por dos camionetas de redilas, similares a las utilizadas por grupos delincuenciales en la zona.

La Sedena justificó que los elementos dispararon contra estos vehículos tras escuchar detonaciones. Luego del hecho, la dependencia anunció la destitución de los dos soldados involucrados y su separación de funciones. Por su parte, tanto la Fiscalía General de la República (FGR) y la Fiscalía de Disciplina Militar iniciaron las investigaciones para determinar la responsabilidad de los efectivos.

Al respecto, la cancillería de Perú, mediante un comunicado, confirmó que uno de los migrantes fallecidos era ciudadano peruano; por lo que condenó los hechos y exigió al gobierno mexicano una investigación para esclarecer la situación.

Además, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) expresó su preocupación a través de redes sociales, resaltando que las personas en movilidad enfrentan grandes riesgos durante su trayecto y subrayando la necesidad de vías legales para su acceso, tránsito e integración, con el fin de evitar ataques como este.