Este 26 de septiembre, familiares, estudiantes y activistas llevaron a cabo manifestaciones en todo el país para exigir justicia y transparencia en las investigaciones a 10 años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa; sin embargo, disturbios marcaron la jornada de lucha, especialmente en la Ciudad de México.
A las 14:54 horas, un grupo de encapuchados vandalizó la estación Universidad de la Línea 3 del Metro, dejando mensajes que exigían la resolución del caso Ayotzinapa y la liberación del estado palestino.
En punto de las 16:24 horas, la marcha comenzó en Paseo de la Reforma, con la participación de diversos colectivos que portaban pancartas, fotografías y simulaciones de ataúdes; avanzó por la Glorieta del Ahuehuete, donde los padres de los normalistas recordaron la desaparición de sus hijos. Durante el recorrido, los participantes clamaron "Estado asesino" y "Ellos sólo querían estudiar".
Ya en la Glorieta de los Desaparecidos, a las 17:04 horas, los manifestantes hicieron una parada para expresar sus peticiones.
A esa misma hora, la Línea 7 del Metrobús suspendió su servicio entre las estaciones de Hidalgo y El Ángel debido a la manifestación. Mientras tanto, la circulación se cerró en varias avenidas, incluyendo Paseo de la Reforma entre Circuito Interior y Eje 1 Norte.
Un grupo de encapuchados comenzó con pintas en los muros de los comercios a lo largo de Paseo de la Reforma. A medida que el contingente avanzaba, los actos de violencia se intensificaron; varios negocios, tiendas de conveniencia, bancos y restaurantes sufrieron daños, con vidrios rotos y petardos, lo que generó pánico entre empleados y transeúntes.
Al frente del contingente marchaban los padres de los 43 normalistas desaparecidos, quienes han mantenido su lucha por respuestas y justicia a lo largo de la última década. La violencia y los disturbios contrastaron con el propósito original de la movilización.