El transporte público en la Ciudad de México enfrenta una crisis debido a la alta demanda y el deterioro de la infraestructura. En julio de 2024, el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC) movilizó a 95.5 millones de personas, mientras que el Metrobús y otros servicios como el Tren Ligero y el Trolebús transportaron a 39 millones, 2 mil y 8 mil pasajeros, respectivamente. Esta situación ha derivado en una calidad de servicio deficiente.
Los usuarios han reportado condiciones alarmantes en autobuses y vagones del metro. Asientos rotos, luces fundidas y puertas que no cierran adecuadamente son algunas de las quejas más frecuentes. Según el INEGI, más del 30 por ciento de las estaciones del metro requerían reparaciones urgentes en 2022. La Secretaría de Movilidad informó que el 40 por ciento de las unidades de transporte en la ciudad tenían más de 10 años de antigüedad.
Una encuesta de 2023 reveló que el 83 por ciento de los usuarios atribuye las fallas del transporte a problemas de mantenimiento. Este 25 de septiembre, las líneas 3, 8 y A del metro experimentaron retrasos de hasta 10 minutos, saturación en los andenes y marcha lenta de los trenes. Los usuarios también reportaron esperas de más de 20 minutos para abordar. En el caso del Metrobús, se anunciaron retrasos y suspensiones en las líneas 4 ruta sur y 3 ruta Río Frío a Juárez, además de averías en las unidades.
La falta de mantenimiento y el deterioro de la infraestructura agravan la crisis del sistema de transporte, afectando la movilidad de millones de personas a diario; por lo que los usuarios demandan atención urgente por parte de las autoridades para mejorar las condiciones y garantizar un servicio adecuado.