El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, calificó los atentados del 17 y 18 de septiembre en Líbano como "masacre" y "declaración de guerra" contra el pueblo libanés, dejando más de 30 muertos y miles de heridos.
En un mensaje televisado, Nasrallah condenó las acciones de Israel, responsable de la explosión de buscapersonas, conocidos también como “beepers”, así como de motocicletas, electrodomésticos, radios y celulares. Aseguró que, con los ataques, Israel intentó "deliberadamente" matar a miles de personas en cuestión de minutos.
"El régimen sionista atacó miles de buscapersonas y los hizo estallar a la vez. El enemigo sabía que estos dispositivos no sólo se utilizaban en unidades militares, sino también en diferentes sectores. Intentaron deliberadamente acabar con cuatro mil personas en un minuto, un gran golpe humanitario y de seguridad que no tiene precedentes en la historia del Líbano, y puede que no tenga precedentes en el mundo", declaró Nasrallah.
Las explosiones de los dispositivos se programaron en hospitales, mercados, locales comerciales e incluso viviendas, además de vehículos particulares y vías públicas, en horarios de alta concurrencia.
Por tal motivo, el líder de Hezbolá calificó los atentados orquestados por Israel como una gran operación terrorista y una declaración de guerra. "Hemos formado varios comités internos de investigación técnica, tecnológica y de seguridad, que estudian todas las hipótesis".