El expresidente y candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, sufrió el domingo un segundo intento de asesinato en su club de golf en West Palm Beach, Florida.
El Servicio Secreto de EE.UU. logró frustrar el ataque abriendo fuego contra el sujeto identificado con el nombre de Ryan Wesley Routh, el cual se encontraba escondido entre unos arbustos con un rifle AK-47 y una cámara GoPro.
El hombre, de 58 años de edad, fue detenido por la policía local gracias a una foto que tomó un testigo del auto y las placas. El sheriff del condado, Ric Bradshaw, detalló, en una rueda de prensa, que Ryan había saltado la valla para posicionarse a menos de 500 metros del exmandatario mientras jugaba en un hoyo cercano.
Minutos después, Trump escribió un mensaje de reconocimiento en su red social, Truth Social, al Servicio Secreto por “el increíble trabajo” para salvarle la vida y un agradecimiento a sus simpatizantes por su “preocupación y buenos deseos”.
Medios locales informaron que el atacante de Trump tiene antecedentes penales y se caracteriza por ser un ferviente defensor de Ucrania. Este lunes rindió su declaración en un tribunal de West Palm Beach, acusado de posesión de armas de fuego, pero será hasta el lunes cuando los fiscales determinarán su situación, pero para entonces permanecerá en arresto por su “peligrosidad”.
El caso fue turnado al Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Miami para realizar las indagatorias, que ya catalogó de “intento de asesinato”.
Si bien la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, condenó lo sucedido, Trump la acusó, junto al presidente Joe Biden, por usar una retórica en su lenguaje que provocó otro atentado contra su vida.