En medio de críticas y acusaciones de la oposición sobre la formación de mayorías artificiales, el Congreso de la Ciudad de México aprobó este jueves la reforma al Poder Judicial, parte del plan de iniciativas constitucionales propuestas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

El dictamen recibió 46 votos a favor, 20 en contra y cero abstenciones, lo que convierte a la Ciudad de México en el décimo noveno congreso local en respaldar la reforma al Poder Judicial.

El debate comenzó a las 9:00 horas, con diputados locales de oposición y oficialistas expresando sus posturas. La discusión se extendió por casi cuatro horas, con gritos de apoyo y oposición de ambos bandos.

Los morenistas aclamaban “¡La reforma va!”, mientras que los panistas y priistas respondían con “¡Somos la Resistencia!”, pero la mayoría de Morena y sus aliados, incluyendo a la perredista Nora Arias y a la priista Silvia Sánchez Barrios, aseguraron que el Congreso de la Ciudad de México se convirtiera en el legislativo número 19 en aprobar el proyecto de reforma.

En algunos momentos, se temió un posible enfrentamiento, pero la presidenta de la Mesa Directiva, Martha Ávila, pidió a los elementos de seguridad mantener el orden en el salón de plenos.

La coordinadora de la bancada de Morena, Xóchitl Bravo, subió a la tribuna y afirmó que la reforma judicial surgió del consenso ciudadano y de la demanda de la población para reformar un poder afectado por la corrupción. Cuestionó a la oposición sobre el número de foros que realizaron y destacó que el pueblo votó por el cambio el 2 de junio.

Durante la sesión, los diputados del PAN solicitaron una moción suspensiva para frenar la votación de la minuta, argumentando que existen amparos que impiden la votación. Esta propuesta fue rechazada por la mayoría.

Diego Garrido, vicecoordinador del PAN, criticó la reforma por el procedimiento para la elección de jueces y acusó que lo aprobado la madrugada del miércoles por el Senado representa la destrucción de uno de los pilares de cualquier régimen democrático, limitando el poder al abuso

Garrido también afirmó que la votación no transformará realmente la justicia del país, ya que los jueces y magistrados no serán elegidos por el pueblo, sino por Morena y sus aliados.

“El engaño comienza en la selección de los candidatos. En el caso de los altos jueces, tres de cada poder. Tres de la presidenta, tres del congreso y tres de la Suprema Corte. Siete de los nueve candidatos serán afines a su partido”, concluyó.