México, ubicado dentro del Cinturón de Fuego del Pacífico, es uno de los países con mayor actividad sísmica en el mundo. Este cinturón, que concentra el 75 por ciento de los volcanes activos y registra el 90 por ciento de los terremotos globales, atraviesa el país y lo expone a una significativa actividad sísmica.

De acuerdo con información proporcionada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la sismicidad en México se debe a la interacción entre varias placas tectónicas, entre ellas las de Norteamérica, Cocos, Pacífico, Rivera y del Caribe, además de fallas locales que se extienden por gran parte del territorio nacional.

Para manejar este riesgo, el Servicio Geológico Mexicano (SGM) clasificó al país en cuatro zonas sísmicas: A, B, C y D, con el propósito de guiar la construcción de infraestructuras y minimizar el impacto de los sismos sobre la población.

La zona A es considerada de bajo riesgo sísmico, pues en las últimas décadas no se han registrado temblores significativos, está conformada por los estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, y partes de Chihuahua, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí.

Mientras tanto, en la zona B, los sismos ocurren con menor frecuencia, pero pueden alcanzar una intensidad moderada; en esta clasificación se incluyó a los estados de Sonora, Sinaloa, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Puebla, Veracruz, Tabasco, Ciudad de México, y partes de Chihuahua, Baja California Sur, Jalisco y Chiapas.

Con respecto a la zona C, el SGM indicó que presenta una actividad sísmica moderada y abarca áreas de Baja California, Baja California Sur, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Estado de México, Morelos, Puebla, Oaxaca y Chiapas.

La zona D es la de mayor riesgo sísmico, con sismos frecuentes y de gran magnitud. Cubre las localidades costeras de Jalisco, Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Chiapas, así como partes del norte de Baja California y Sonora.

Por su parte, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) identificó que los estados de Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Colima y Jalisco son los más vulnerables a sismos, debido a su ubicación sobre o cerca de las placas tectónicas de Cocos y Rivera.

También aclaró que todo el territorio nacional es vulnerable a sismos, aunque algunas áreas lo son más que otras.

La Falla de San Andrés y su Impacto en el Norte de México

Además de las zonas sísmicas clasificadas, la Falla de San Andrés, una grieta en la corteza terrestre que se extiende a lo largo de California, también tiene repercusiones para México. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), esta falla, que marca el límite entre las placas del Pacífico y Norteamérica, es responsable de la mayoría de los sismos que afectan a Tijuana y Mexicali.

El USGS explicó que el segmento sur de la falla está acumulando una gran cantidad de tensión, lo que en el futuro podría desencadenar un gran terremoto. Este evento podría afectar a México, especialmente a la región de Baja California, debido a su proximidad a la frontera con Estados Unidos.