Galina Zýbina (1931-2024) fue una deportista soviética que destacó en las pruebas de lanzamiento dentro del atletismo y se convirtió en una de las mayores glorias olímpicas del primer país socialista en la historia. Falleció el pasado 10 de agosto, a los 93 años, en San Petersburgo, Rusia, dejando un gran legado deportivo que debe servir de inspiración para todas las mujeres deportistas del mundo.

Zýbina nació en Leningrado el 22 de enero de 1931, en el seno de una familia de posición económica regular y vivió parte de su infancia durante los terribles acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial o Gran Guerra Patria, como la llaman los rusos, por considerar que en realidad se trató de una agresión de la Alemania nazi a la URSS y su proyecto socialista. Tras los acontecimientos del brutal asedio por parte del ejército nazi y finlandés a su aldea, sus padres y sus tres hermanos se vieron afectados por el hambre y el frío. A causa de esto, ella se quedó totalmente débil y con dos hermanos apenas sobreviviendo aquella cruel época.

Al concluir la Gran Guerra Patria, Zýbina, con 14 años, comenzó a practicar atletismo, especializándose en el lanzamiento de peso, jabalina y disco, pruebas en las que puso principal atención, por lo que en 1950 obtuvo sus primeros éxitos internacionales, destacando en el Campeonato de Europa celebrado en Bruselas, Bélgica, llevándose la medalla de bronce en estas pruebas, lo que le permitió ser conocida más allá de su país.

Dos años después, su lanzamiento de 15.28 metros le supuso el oro olímpico y las plusmarcas mundial y olímpica. De las nueve medallas olímpicas en disputa en las tres pruebas de lanzamiento, siete fueron para la entonces Unión Soviética y Zýbina fue la encargada de ganarlas para el país socialista.

En 1957, después de ganar una medalla de plata, se casó con Yury Fyodorov y tuvo un hijo, retirándose por un tiempo del deporte. No se alejó mucho tiempo, pues en 1964 participó en los Juegos Olímpicos de Tokio, siendo ésta su última participación en eventos olímpicos, ya que a los 37 años de edad quedó fuera del equipo de la URSS en los Juegos Olímpicos de México 1968.

En los años posteriores a su retiro, Galina trabajó como entrenadora de atletismo en Estonia, entonces parte de la URSS. Finalizado ese trabajo, siguió apoyando las actividades deportivas de su nación. A sus 93 años fue considerada una de las más grandes campeonas del atletismo femenino del siglo pasado.

Es por esto que Gálina Zýbina es pieza importante para demostrar que, aunque las circunstancias históricas fueron poco favorables para el deporte femenino en el mundo occidental y capitalista, en la Unión Soviética el deporte practicado por mujeres tuvo gran importancia, pues se les dio el lugar que se merecía y esto permitió que esta gran nación aumentara su prestigio y presencia en el panorama deportivo mundial, disputándose los primeros lugares del medallero olímpico con otras naciones capitalistas consideradas las más desarrolladas.

Galina Zýbina formó parte del importante grupo de lanzaderas soviéticas que condujo a la URSS a dominar el atletismo femenino en el siglo pasado; su biografía y trayectoria deportiva sirven para recordar la extraordinaria gesta colectiva de las lanzadoras soviéticas en esa época.

Además, es otro gran ejemplo del inmenso desarrollo deportivo que puede alcanzar cualquier nación si se propone hacer de la masificación del deporte una política de Estado que permita descubrir y estimular talentos provenientes de las capas trabajadoras del país. En México hace falta un plan en este sentido, de ahí nuestros pobres logros deportivos en la arena internacional.