La calificación elogiosa a su administración y la crítica a los gobiernos anteriores fueron parte del discurso cotidiano del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) durante todo el sexenio, hasta el día de hoy; pero el mejor momento de las comparaciones de su gobierno con los otros apenas llegó cuando prácticamente su sexenio ha terminado y no le corresponderá realizar ninguna de sus colosales promesas. A partir de este momento habrá que comparar en qué grado atendió cada gobierno las necesidades de la población mexicana; cuáles fueron las carencias más urgentes que atendieron; cuántos mexicanos resultaron beneficiados, qué porcentaje representan de la población que gobernó cada uno de los últimos presidentes y cuántas de sus promesas fueron capaces de realizar.
Uno de los renglones dignos de comparación, por su importancia económica y el interés que despierta en los ciudadanos, es la atención del Gobierno a la red de carreteras federales. Ése es el tema que aborda nuestro Reporte Especial esta semana. Economistas, académicos, investigadores y asociaciones especializados en el tema analizan la importancia de que el gobierno de un país atienda prioritariamente las necesidades en este renglón de las comunicaciones y explican su estrecho vínculo con el desarrollo económico y la situación social en general; su relación con la industria y el comercio, con el nivel del empleo y de los precios de las mercancías e incluso con la delincuencia y la inseguridad social.
Al compararlo con presidentes anteriores, AMLO no sale bien librado en lo que respecta a la forma en que atendió la red de carreteras federales, pues apenas llegó al 10 por ciento del presupuesto que el gobierno de Enrique Peña Nieto destinó a este renglón; y comparado con el gobierno de Felipe Calderón, el kilometraje atendido no llegó al 50 por ciento durante todo el sexenio “transformador”.
Los datos oficiales muestran que la mayor parte de los 52 mil kilómetros de carreteras federales se encuentran gravemente deteriorados, que importantes carreteras tienen tramos abandonados, que no se atienden viejas exigencias de la población, por ejemplo la señalización, el aumento de carriles donde hace tiempo se requiere y el mantenimiento a miles de kilómetros de carreteras en donde los accidentes mortales están a la orden del día.
Esta situación se contrapone a la satisfacción del gobierno saliente y su jefe del Ejecutivo Federal, que festeja sus logros como si hubiera cumplido ejemplarmente su deber. De esto habla detalladamente, esta semana, buzos de la Noticia.